En ocasiones, hago una fotografía que me recuerda a algo. Es la misma fotografía, pero diferente. Me asalta a veces la idea de que un reducido número de fotografías me persigue, de que buscan algo en mí, desde siempre. Me pregunto si al tomar fotografías lo que hago es repetir una y otra vez la misma imagen, inconscientemente aunque de forma voluntaria. Una extraña conexión entre el cerebro profundo, la corteza visual y el dedo índice derecho del disparador. Mucho más tarde, mirando el contenido de la "caja de hojalata" con los ojos nuevos de la reflexión y la distancia, puedo a menudo encontrar algo en común.
Nueva York, 28-6-2007.
Madrid, 6-12-2010.
Interesante reflexión, que imagino que a todos nos resulta familiar. Yo tengo a medio escribir una entrada centrada en las diagonales y su omnipresencia en muchas de mis imágenes.
ResponderEliminarEstas fotos van más allá... ¿cuáles son las posibilidades de encontrar dos Vespas a juego con las contraventanas frenta a las que están aparcadas? Y lo que es más importante: ¿es un mensaje para alguien que no ha conducido una moto en su vida? ¿Existen las vespales, sacerdotisas dedicadas al culto de estas casualidades divinas? Me lo expliquen.
EliminarCurioso, además el color de las vespas van a juego con las contra-ventanas.
Eliminar